EMPATÍA, RESPETO Y CONGRUENCIA

SEGÚN ROGERS, La empatía, el respeto y la congruencia son las tres claves de un buen orientador.


LA EMPATÍA

Como futuros orientadores tenemos que tener en cuenta que ser empático con nuestros clientes es crucial para la relación cliente orientador. Si no entendemos al cliente, si no nos ponemos en su lugar, nunca llegaremos a entender su problema y si esto ocurre ¿como orientarte?

Para trabajar la empatía en clase, Guadalupe realizó una actividad en la que Oscar participó como voluntario. Tenia que ver con los ojos del otro, es decir, ponerse en la situación como si fuera su hermano y responder a las preguntas que la orientadora le realizaba desde la perspectiva de su hermano. Fue una actividad muy enriquecedora ya que le hizo darse cuenta de la visión de su hermano y lo mas importante comprender el porque de sus actuaciones al ponerse en su lugar,.


EL RESPETO.

Hablar del respeto en el mundo de la orientación  es como decir que beber agua es necesario para vivir. Creo que no solo el respeto es la base de cualquier relación orientador-cliente sino de todas las relaciones cotidianas de la vida misma. Aun así  debemos remarcarlo, para que a ninguno de nosotros se nos olvide. NO debemos juzgar a nadie por su apariencia, sus hábitos  sus maneras de pensar, ni como orientadores ni como personas. Debemos prestarles nuestra ayuda e intentar entenderles en su mayoría  aunque no compartamos su forma de vida, su manera de pensar, ... debemos tener presente que ante todo, todos somos personas y que eso es lo mas importante.

LA CONGRUENCIA

A la hora de realizar una entrevista debemos tener en cuenta la congruencia de la misma. Estar siempre atento de lo que nos cuente el cliente y hacer preguntas en congruencia a lo que el mismo nos esta explicando. Tener presente este matiz es crucial para un orientador ya que un error o despiste a lo largo de la comunicación puede llevar consigo una perdida de confianza del orientado hacia el orientador. Como orientadores debemos practicar una escucha activa, saber respetar los silencios y sobre todo cuidar la congruencia de nuestra entrevista.

Si nada de esto falla, nuestro trabajo sera por consiguiente un trabajo sobresaliente y gratificante.