SEGREGACIÓN,
INCLUSIÓN E INTEGRACIÓN.
Segregación, inclusión e integración son tres términos de amplia significación. Durante la lectura de este artículo he podido profundizar más acerca de estos términos en lo que a educación especial se refiere.
El artículo abarca dentro de
este contexto de educación especial tres temas principales: el desarrollo y la
situación, la deconstrucción de discursos dominantes y el papel de la escuela
en la actualidad (igualdad de oportunidades), tratados de forma individual
termino por termino. También el autor nos hace reflexionar acerca del mal uso
que se ha dado de estos términos, hasta el punto de desvincularlos de su
significado teórico, no centrándose en definirlos sino mas en adelantándonos en
lo que pueden llegar a significar.
Para llevar a cabo una buena
reflexión sobre las ideas del artículo, voy a comenzar profundizando sobre las
ideas que expone el autor en relación al término segregación. La primera idea sobre la que nos invita a reflexionar el articulo es sobre la situación de segregación en la que se encuentran las personas destinatarias de la educación especial. Partimos de la base de que esta situación se ha visto agravada no por las discapacidades de estas personas sino por la exclusión de la escuela ordinaria de este colectivo. Aquí entra en juego el concepto de normalidad. Las personas que no se consideraban normales se las derivaba a un centro de educación especial, trazando una línea entre lo normal y no que no es normal. Si educamos a la sociedad en la igualdad, los derechos y la diversificación evitaremos la segregación. Si por el contrario consideramos la existencia de dos grupos diferentes los normales y anormales estamos excluyendo y segregando a las personas de la misma forma que las segregaríamos por raza o sexo. Actualmente estos términos ya no se utilizan e incluso nos resulta dañino encontrárnoslo. Pero es una realidad que antiguamente se empleaban y con bastante frecuencia, varias obras que hoy en día siguen en nuestras bibliotecas en sus títulos encontramos la palabra anormales.
La segregación fue
legitimándose de tal manera que comenzó a ser asumida como parte de la
protección o tratamiento de personas excluidas. Con el paso del tiempo se quiso
ver la segregación como algo beneficioso para la educación especial. Es verdad
que a raíz de ella se comenzaron a investigar tratamientos y nuevos métodos de
enseñanza para atender a las necesidades de estas personas pero en mi opinión
el fin no justifica los medios y el etiquetar a las personas por no ser
“normales” o quitarles sus derechos y margínalas me parece una aberración.
En relación a la
discapacidad y su tratamiento hubo muchos autores como por ejemplo Bogdan y
Kugelmass a los que les parecía que sus prácticas estaban basadas en supuestos
inconscientes de carácter ateóricos. Otros autores como Srktic, consideraban
que los supuestos teóricos utilizados no fueron los más adecuados ya que se
rechazaron teorías igual de verosímiles por lo que el conocimiento de la
educación especial no es inherentemente correcto. Vlachou consideró la
discapacidad como una categoría disputada, en la que existían teorías opuestas
dentro de los diferentes discursos. Este punto del artículo, centrado en consideraciones de los distintos autores me invita a reflexión acerca de lo importante que es la crítica para el progreso. Debemos tener en cuenta que cuando se comienza a estudiar un campo, se formulan muchas teorías que con el paso de los años se contradicen. Pero sin error no hay conocimiento. Para llegar a la verdad debemos equivocarnos, de este modo podremos saber que nuestra teoría es verdadera. Por tanto no debemos de centrarnos en si algo está bien o mal, sino que deberemos de centrarnos en cómo mejorarlo.
Para concluir con el apartado de segregación reflexionaremos acerca de cómo se paso de señalar a los niños que tenían una discapacidad más evidente como destinatarios de la educación especial a considerar a todos aquellos alumnos que tuvieran un comportamiento diferente al resto. Este acontecimiento fue derivado de la obra de Vaney donde hablaba de la cantidad de niños atacados por un vicio nervioso o mental que les hacia retardar indefectiblemente en su vida escolar lo que les hacia destinatarios de la educación especial. .
No debemos olvidar que aunque se comenzará a progresar en la educación especial, a principios del siglo XX los niños y niñas con deficiencias profundas seguían sin tener derecho a ser educados, cosa que gracias a Dios en la actualidad está regulado.
Con el paso del tiempo, como hemos podido observar, el termino exclusión a dejado de estar ligado al de segregación, pero si se ha seguido manteniendo al termino integración. Es por ello que vamos a pasar a reflexionar acerca de la integración ya que no elimina la segregación porque no se centra en la eliminación de los mecanismos de exclusión existentes dentro del propio sistema educativo. Para ello nos vamos a centrar en las tres legislaciones que cita el texto que más han afectado en el desarrollo de la integración en nuestro país. Estas son: la legislación estadounidense 1975, la legislación inglesa 1981 y el principio de acción política desarrollados en los países nórdicos de normalización.
En relación a la primera, la legislación estadounidense de 1975, podemos destacar como criterio más importante que defendía un ambiente lo menos restrictivo posible como resultado del consenso entre fuerzas diferentes.
La LRE, señalaba que la
segregación suponía para el sujeto un ambiente que restringía sus posibilidades
y que no siempre es compatible tratamiento y no segregación. Esta expresión
deja clara en esta ley la no separación entre tratamiento y segregación lo que
sorprende al haber sido esta unión el argumento básico para el inicio y
desarrollo de la educación especial.
Por otro lado esta ley
también atendió a la larga secuencia de sentencias judiciales, ante las
demandas que pusieron los padres de los niños discapacitados. Con ella se
reconoció el derecho de aquellos niños a ser educados, no excluyendo de la
escuela a todos esos niños considerados “no educables”. Deja claro que la
exclusión viola los la igualdad de protección y el desarrollo de sus derechos.La educación especial pasa a entenderse como el derecho de educación de esos niños que tienen una discapacidad.
Esta ley también considera
muy importante para la integración una relación que en la actualidad no podemos
concebirla como más beneficiosa, la relación entre la escuela y los padres.
Crea un consenso, en temas como: la obligatoriedad de los padres de garantizar
la vigilancia en el proceso, la protección frente al uso de pruebas, el que los
niños estén siempre que sea posible con niños no discapacitados y el derecho a
recibir programas de atención individualizada. Los programas de atención
individualizada se emplearon como un tratamiento de posibilidad técnica de
responder a la integración. Con ellos se regula la situación pero no se
solucionan los conflictos que siguen existiendo. Dada esta problemática autores
como Fulcher comienzan a escribir acerca de posibles soluciones. Cabe destacar
una cita de esta autor que me ha llamado mucho la atención “porque integración
se refiere a disciplina, currículo y pedagogía, no a discapacidad”.
La integración supone el
despliegue de de profesionales especialistas en educación especial. Aunque la
enseñanza individualizada todavía mantiene la educación especial fuera del
debate curricular.En relación a la segunda legislación, el informe Warnock (1978), encontramos el concepto de necesidades educativas especiales. El informe Warnock, será la base de la legislación de 1981. Este informe fue requerido debido a factores como el fracaso escolar y las influencias de ideas de integración de otros países. Surge un cambio en la definición de los destinatarios de la educación especial, a partir de este informe se les pasa a considerar sujetos con necesidades educativas especiales, los que no se adaptan al currículo ordinario. Aquí vemos un cambio muy significativo en lo que a educación especial se refiere, ya no se considera destinatarios de la educación especial a los niños que no se adapten a la escuela sino que entra en juego el currículo, cobrando asi una mayor importancia. Añadir que el informe Warnock no da soluciones a todos los problemas y que sigue habiendo críticas al respecto. En 1982, la LISMI, soluciona muchas de las carencias que este ha dejado, incluyendo el apartado de la educación en el apartado de la rehabilitación.
El tercer punto es el principio de normalización. En el encontramos el concepto de normalización frente al concepto de diversidad. Debemos de dejar de hablar de normalidad, porque ¿de verdad sabemos que es normal? Todos somos diferentes y en este siglo en el que vivimos el ser diferente no es más que el ser persona. No hay dos personas iguales, por tanto debemos olvidar ese término para referirnos a la igualdad y comenzar a emplear el término de diversidad. El emplear una terminología u otra es algo que a algunas personas les parece una pérdida de tiempo y en ocasiones se resisten a cambiar. Pero en mi opinión es algo que no supone un gran esfuerzo y que contribuye a un buen uso de la lengua para que así nadie se sienta ofendido ni se designe a las personas con términos despectivos o peyorativos.
La autora finaliza el artículo hablando de la inclusión. La inclusión implica una restructuración que afecta desde un planteamiento político que dé respuesta a las demandas de igualdad de oportunidades, hasta el desarrollo de un modelo de escuela basado en la pedagogía capaz de incluir las diferencias, dentro de un marco organizativo abierto, adaptable.
La inclusión no exige más
que un modo de hacer bien las cosas. Cuando hemos tratado el tema de la
integración hemos comprobamos como había muy buenas ideas pero todas ellas se implantaban
sin tener en cuenta la realidad, es decir, no podemos integrar a los niños con
discapacidad en el aula si no formamos a los docentes en este ámbito. Las
personas tenemos un defecto y es que tenemos muy buenas ideas que luego no
sabemos llevar a la práctica. Somos impacientes, y en numerables ocasiones
vemos las ventajas pero no nos paramos a pensar en los inconvenientes y nos
damos cuenta de los errores una vez cometidos. Es por ello por lo que el
principio de inclusión regula en mayor medida esta problemática. Hoy en día
contamos con docentes y profesionales especialistas en los diferentes ámbitos
de la educación. Se cuenta con un currículo en el que se atiende a la
diversidad.
Aun así, en mi opinión la
educación no podrá seguir avanzando hasta que no se separe de la política o se
regule este apartado, ya que esta, se encuentra sometida por lo menos en España, a ideologías
e intereses políticos.
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